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  • Foto del escritorElisa Moya Ruiz

¿Cómo ha cambiado mi visión sobre la evaluación?


En estos momentos del Máster nos encontramos habiendo iniciado ya el segundo cuatrimestre del primer año, más concretamente, llevamos realizado justo un mes de clases. En este sentido, me gustaría poder realizar un poco de reflexión acerca de la materia de Evaluación en el aprendizaje de ELE y particularmente sobre cómo ha cambiado mi visión respecto la evaluación desde ese momento hasta el día de hoy. Debo admitir que hasta hace un mes tan si quiera me había planteado nada acerca de la evaluación: aunque es cierto que como alumna he estado muchos años expuesta a las evaluaciones, nunca me había parado a pensar en ellas, ai inocente de mí, no sabía lo que se me venía encima…Pese a llevar cuatro años siendo profesora particular de niños entre segundo de Primaria y segundo de la ESO, nunca les he preparado exámenes como tal ni les he dado feedback escrito, mis evaluaciones sobre su trabajo son totalmente orales y en el aula en el momento de la producción dado que son clases individuales. No era consciente de la dificultad que entrañaba todo el mundo de las evaluaciones ni de los tipos de evaluación que hay. Me empecé a dar cuenta conforme avanzaban las clases e iba viendo la dificultad de las cosas que yo consideraba tan fáciles y nimias, como las preguntas de una simple comprensión lectora. Estas esconden todo un mundo detrás que ni de casualidad sospechaba, como más adelante veremos. Ahora, sin embargo, soy mucho más consciente de todo lo que hay detrás y de la dificultad de cada cosa, además de tener herramientas a mi alcance para, por ejemplo, comprobar el nivel de dificultad de algunos textos o ver los conocimientos que tienen los alumnos mediante sus autoevaluaciones. Aunque soy consciente, asimismo, de que queda mucho camino por recorrer y de que esto es solo la punta del iceberg.


Iceberg. Imagen libre de Unsplash


En este sentido, el artículo de Kohonen ha sido fundamental para mí, no me había planteado nada tampoco de evaluación ni había oído hablar de la evaluación auténtica y ahora es la que quiero implantar en mis aulas como docente de español para extranjeros, sin olvidar, no obstante, a aquellos alumnos que sigan queriendo la evaluación normalizada. Pese a considerar que la evaluación auténtica es altamente beneficiosa e interesante para el alumno, debemos, tal como advierte Kohonen, ser sensibles a las distintas necesidades, creencias y expectativas de los alumnos y ver hasta qué punto la autoevaluación es viable para todos los alumnos (Kohonen, 2000: 305). Por eso debemos tener en cuenta que ambos tipos de evaluación no son excluyentes entre sí sino que ambas son totalmente complementarias dado que cada una satisface unas necesidades y objetivos distintos. En este sentido, queremos, asimismo, desarrollar el pensamiento crítico en nuestras futuras clases de ELE y por ello, es fundamental también el artículo de Samanta Ascaso y Encarna Atienza titulado “El Desarrollo del Pensamiento Crítico en ELE y su Evaluación” y el de Laura Gasca Jiménez titulado “El desarrollo del pensamiento crítico y de una conciencia social crítica: metodología y prácticas pedagógicas de un curso de nivel intermedio B1 de ELE”. El pensamiento crítico es algo que habíamos tenido en cuenta antes de iniciar la asignatura pero de lo que no nos habíamos empezado a documentar hasta después de iniciarla. Para poder implementar algo en el aula es necesario documentarse previamente y ahora, tras iniciar la asignatura, empezamos a vislumbrar de forma más clara cómo queremos que sean nuestras futuras clases.


Comparación entre la evaluación normalizada y la auténtica. Imagen propia


En relación a lo que pensábamos antes de iniciar la materia, nos gustaría destacar la idea que ya hemos dejado entrever anteriormente. Nos referimos a las preguntas de las comprensiones lectoras y a la elección de las comprensiones lectoras en sí. No sabíamos nada ni habíamos pensado en ellas anteriormente, Ahora, no obstante, cada vez que vemos un texto nos paramos a pensar en determinados conceptos, como pueden ser la fuente y la tipología del mismo, la autenticidad, el tipo de discurso, el ámbito, el tema, el contenido, la longitud y el vocabulario y la gramática empleada. Ya no volveremos a mirar inocentemente un texto puesto que ahora siempre le pondremos el ojo de evaluar para juzgar lo que está hecho y para poder conseguir textos para elaborar nuestras comprensiones. Dicho de otro modo, no podremos volver a leer textos de la misma forma dado que siempre estaremos pensando en si alguno nos sirve para nuestros alumnos, sobre todo los hallados en el avión dado que suelen ser muy útiles. Tampoco realizaré de la misma manera los multiple choice porque, de nuevo, me fijaré en una serie de cuestiones que antes no tenía en cuenta, como la idea de que un distractor no puede ser mitad verdadero y mitad falso, o la de que no puede haber uno más largo que los demás, tampoco el tronco de la pregunta puede ser más corto que las posibles respuestas dado que la información debe estar en el tronco. Todas las respuestas, además, deben corresponder gramaticalmente al texto y salir de él, además de tener una longitud similar en todas las opciones. Asimismo, debemos variar la posición de la respuesta correcta en cada caso y tener en cuenta que si se repite una combinación determinada en tres opciones, la cuarta debe seguir también la misma pauta. Son conceptos en los que me fijaré a partir de ahora y que debemos tener en cuenta para elaborar nuestras comprensiones lectoras. Tendremos en cuenta, asimismo, los conceptos trabajados en clase: validez del constructo, fiabilidad, autenticidad, interactividad, impacto y practicidad.


La asignatura, por tanto, como vemos, ha ejercido una enorme influencia sobre mí y sobre todo, sobre la forma en que miro ahora todas las cosas académicas que veo, incluso mi visión acerca del Portafolio ha cambiado gracias a la materia y al artículo de Kohonen. Podemos afirmar, por ello, que el cambio ha sido positivo porque antes teníamos un enorme interrogante y ahora, pese a ser conscientes de que nos queda mucho por aprender, empezamos a ser conscientes de muchas cosas. Y en este sentido, estoy muy contenta de mi aprendizaje y espero seguir aprendiendo.



Referencias:

Ascaso, S. y Atienza, E. (2018). El desarrollo del pensamiento crítico en ELE y su evaluación. E-Aesla Revista Digital, nº. 4, 122-132.

Gasca, L. (2017). El desarrollo del pensamiento crítico y de una conciencia social crítica: metodología y prácticas pedagógicas de un curso de nivel intermedio B1 de ELE. Revista Internacional de Lenguas Extranjeras, nº. 6, 9-30.

Kohonen, Viljo. “La Evaluación Auténtica en la Educación Afectiva de las Lenguas Extranjeras” (pp. 295-309), en Jane Arnold (ed.). 2000. La dimensión afectiva en el aprendizaje de idiomas. Cambridge University Press.



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