Reseña de Los santos inocentes (1984)
- Elisa Moya Ruiz
- 5 oct 2018
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 18 dic 2018
Recientemente en la asignatura de Cine y Literatura en la enseñanza de ELE hemos hablado de la película dirigida por Mario Camus, Los santos inocentes (1984) y me ha parecido interesante realizar una entrada acerca de ella. Está basada en la novela de Miguel Delibes publicada en 1981, Los santos inocentes y protagonizada por: Alfredo Landa (Paco el Bajo), Francisco Rabal (Azarías), Terele Pávez (Régula), Agustín González (don Pedro), Juan Sanchez (Quirce), Ágata Lys (doña Pura), Manuel Zarzo (doctor), Belén Ballesteros (Nieves), Susana Sánchez (Charito, la Niña Chica), Mary Carrillo (señora marquesa), Maribel Martín (señorita Miriam) y Juan Diego (señorito Iván). No es una película fácil de ver puesto que trata el drama de una pobre familia de campesinos extremeños bajo el yugo de los señores del cortijo en la época de la España franquista, es decir, sobre los años 60. Se trata de un film brutal, intenso, desgarrador y terriblemente duro que te deja con un sabor muy amargo.

Carátula de la película extraída de ABC
Pero bien, hablemos, en primer lugar y de forma extensa, de lo que sucede en la obra. La acción se sitúa en la Extremadura rural de los años 60 aproximadamente y está protagonizada por una familia de campesinos a la que les acontecen numerosas desgracias. Esta está compuesta por: Paco el Bajo, su mujer Régula y sus tres hijos: Quirce, Nieves y Charito, conocida como la niña chica. La última sufre una enfermedad muy grave y desgraciadamente no sobrevive toda la película. A causa de su despido, empieza a vivir con ellos el hermano de Régula, Azarías. Él es un hombre algo especial, quizás con algún trastorno, aunque no se nombra explícitamente y posee una pasión inmensa por la naturaleza y las aves, con quienes consigue entablar una relación admirable y muy tierna. Toda la familia, incluso los hijos, a los cuales Régula y Paco querían enviar a estudiar, está al servicio de un poderoso y déspota terrateniente llamado Iván. Su realidad es dura dado que viven en un estado de esclavitud camuflado. La función de Paco es acompañar al señor Iván cuando este se va de caza e ir a buscar aquellas aves que ya han sido alcanzadas. Los señores de la zona se reúnen para cazar y competir para ver quién consigue matar más aves por lo que el señorito intenta demostrar todos sus dotes con la escopeta. Vemos aquí un claro reflejo del poder jerárquico y queda claro el estatus de cada uno de los personajes. Por si no fuera poco esto, a mitad de la película llega al campo la señora marquesa y con su llegada, todo el cortijo se revoluciona. Para Iván todo tiene que salir perfecto ya que se trata de una personalidad muy importante y para ello, cuenta con la ayuda de Paco y Régula. Cuando esta llega, da un pequeño aporte económico a cada campesino para hacernos ver lo buena y caritativa que es. Muestra tener un posible afecto hacia los trabajadores pero desgraciadamente lo está fingiendo.
Llega un día, sin embargo, en que algo sucede y a partir de ahí todo empieza a cambiar. Como de costumbre, Paco acompaña al señorito a una de sus sesiones de caza y mientras está intentando atraer aves, cae del árbol y se rompe una pierna. El señor Iván no tarda en hacerlo levantar para que puedan proseguir con la caza pero el dolor es tan fuerte que le es imposible andar por lo que se van al médico de confianza del señorito. Tras confirmarse que no puede seguir cazando, Paco le habla a Iván de su hijo como posible sustituto suyo y tras un par de días de prueba, Iván lo desecha argumentando que es poco servicial. Iván quiere ser el mejor cazando y para ello necesita al mejor atrayendo y recogiendo aves y recurre de nuevo a Paco, pese a las suplicas de este y la opinión del médico de que no podía moverse. Aunque muy dolorido por su pierna rota y tras la gran insistencia de Iván, lo intenta. Lamentablemente, se vuelve a caer y se daña otra vez la pierna, esta vez, no obstante, de forma permanente. Entonces Paco le recomienda a Iván que se vaya a cazar con Azarías, aduciendo la gran experiencia y sensibilidad de este con las aves. Lo prueban y el señorito Iván, frustrado por no haber podido cazar ninguna, en cuanto ve a la Milana de Azarías que va a saludarle, la mata. Azarías rompe a llorar mientras sujeta el cuerpo inerte de la Milana. Después de este suceso, Iván vuelve a necesitar a alguien para cazar y recurre de nuevo a Azarías pero esta vez la muerte no se la llevara una indefensa ave. En uno de los momentos en que el señor Iván esta distraído, Azarías le tira una soga, estira de ella y lo ahorca como venganza por haber matado a sangre fría a su compañera de viaje sin ni si quiera disculparse ni entender por qué era tan importante para él. Finalmente, se ha producido la tan ansiada venganza contra el tirano. No obstante, tras esto, la familia es expulsada del cortijo y tiene que buscarse la vida. Quirce acaba haciendo el servicio militar y Nieves haciéndose criada. Esto nos hace reflexionar acerca del estado de la sociedad en esa época dado que según donde nacieses quedabas marcado para toda la vida. Como ellos dos no pudieron estudiar, acabaron haciendo aquello que les pertenecía según su clase social. Azarías, por su lado, fue ingresado en un hospital para la salud mental.

Azarías y su “Milana bonita”. Extraída de RTVE
Una vez explicado el argumento, me gustaría hablar de la crítica que realiza de manera tan magistral Delibes y su delicada pluma y que tan bien adapta Camus. Se ha llevado a cabo un reflejo lo más real posible de la vida de la clase baja durante los años de la dictadura. En este caso, como hemos visto, en una zona rural de Extremadura. A día de hoy, pasados más de treinta años desde el estreno, podemos ver como sigue estando presente toda la crítica que Camus refleja en su película. A pesar de los años que han pasado, puede seguir observándose el abuso de las clases altas sobre las bajas.
Otro aspecto que nos hace reflexionar son las condiciones de vida de aquella época. Mientras los señores vivían en grandes casas con casi todas las comodidades posibles, los campesinos tenían que sobrevivir en una pequeña casa, con condiciones higiénicas nefastas y sin tener ningún lujo en comidas. A parte de todo esto, eran tratados como verdaderos esclavos, aunque no fuesen reconocidos como tales. Otra de las cosas que pretende reflejar Camus en la obra es la condición a la que se les somete. Podemos observar una crítica al trato recibido en esa época, en concreto, a aquellas personas que nacían y vivían en las clases más bajas de la sociedad: eran tratados como animales. Esto podemos verlo reflejado de forma clara cuando Paco va a buscar las aves cazadas como si de un perro se tratara. Y lo hace para recibir un premio, lo que acentúa el símil con el perro. El machismo es otra de las críticas que aparece a lo largo del largometraje. Observamos como la figura del hombre queda muy por encima y la de la mujer ennegrecida por la autoridad del hombre. Una de las frases que más demuestran el machismo presente en esa época es la que pronuncia el señorito Iván al afirmar que todo lo que hace es por el bien de la mujer.
Y para ir terminando, me gustaría hablar también sobre mis sentimientos y emociones durante el visionado de la película. Desde un primer momento, tanto por el ambiente creado como por la melodía que acompaña a las imágenes, puedes hacerte una idea de por dónde van a ir los hechos. Además de los colores, que no son tan definidos como los actuales y le dan a la película un aspecto más demacrado. Según transcurre el argumento, te das cuenta de que la banda sonora está expresamente hecha para despertarte los sentimientos más profundos e íntimos. Película que durante la mayor parte del tiempo te hace reflexionar y eso es justamente lo que Camus pretendía al crearla.
Tristeza y rabia, podrían ser algunos de los sentimientos que he experimentado al visionar este largometraje. En realidad, son muchas emociones las que he ido experimentando a lo largo de los cien minutos de duración. Tristeza y rabia por saber que todo lo que cuenta la historia ha ocurrido durante muchos años y que en muchos casos sigue sucediendo. Y puede que esta sea la peor parte, el simple hecho de darte cuenta de que tú podrías haber sido un Paco o una Régula, sin esperanza, sin sueños... Hablamos de tristeza porque empatizamos con esos personajes y con lo que les ha tocado vivir. Resulta triste también ver que en ningún momento de la película sonríen. Su vida se ha reducido a estar bajo las órdenes de alguien sin apenas comer ni vestirse, sin poderse revelar, sin poder estudiar ni cumplir sus sueños, sin poder tener caprichos y sin poder tener derecho a una baja digna. Realmente es una lástima ver el sufrimiento de esta familia y pese a la evolución que hemos experimentado, saber que muchas de las cosas que nos cuentan, como hemos visto, siguen pasando en la sociedad actual.
Gracias a esta crítica a la sociedad nos damos cuenta de lo que realmente pasaba en aquella época, aunque no la hayamos vivido. Me ha hecho reflexionar, asimismo, la evolución de la sociedad hacia un consumismo extremo respecto lo que hemos visto en esa época. Hemos pasado de orinar en nuestras propias manos, como hemos observado que hacía Azarías, a ir a la farmacia a comprar crema con urea.
También siento impotencia y odio en diversas escenas. En primer lugar, en la escena en la que se les hace escribir el nombre a los hijos de Paco ya que el señorito se está burlando de ellos. En segundo lugar, cuando la marquesa les da dinero a los campesinos. Es una manera de ocultar la realidad, burlarse de ellos y comprarlos para que trabajen, se porten bien y sigan manteniendo esa imagen que tienen. Todo esto nos demuestra que no existe la dignidad para los campesinos, son meros trozos de carne, animales sin sentimientos que puedan usarse al antojo de los señores. En tercer lugar, cuando Paco tiene la pierna rota y el señorito le hace ir a por aves. Vemos aquí de forma clara el abuso por parte de las clases altas a las bajas.

Régula recibiendo el dinero de la señora marquesa.
Imagen extraída de La Galla Ciencia
A parte de las emociones negativas, también se da cabida en la película a emociones más dulces. Por ejemplo, la ternura y el amor. Estos, se pueden ver reflejados en las escenas en las que Azarías acaricia a la niña chica cuando le dan ataques o cuando Azarías está con su Milana bonita. Azarías es un ser totalmente inocente, sensible, amoroso… y nos duele aún más que le hagan daño a este ser tan indefenso y bueno.
Para finalizar, me gustaría hacer referencia a la crítica que Wally Hammond hizo en Time Out: “Un conmovedor y triste discurso de despedida a un pasado inolvidable e imperdonable”. Creemos que no hay mejor manera de finalizar esta entrada que con estas sabias y tan acertadas palabras.
¿Y vosotros, habéis visto esta película? ¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado? En el caso de que no la hayáis visto, ¿tenéis intención de hacerlo? Dejádnoslo en los comentarios. Aun así, os la recomendamos encarecidamente dado que es un clásico que no podemos perdernos y que explica de forma brutal nuestro pasado y el sufrimiento de sus gentes.
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