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Foto del escritorElisa Moya Ruiz

Interactuando con Margrét mediante WhatsApp

Actualizado: 3 feb 2019

En el marco de la asignatura de las TIC en la Didáctica de ELE del máster de FPELE hemos iniciado, como ya explicamos en el pasado artículo, un proyecto de telecolaboración con la Universidad Háskóli Íslands, en Islandia. Como parte de la segunda actividad de este proyecto, debíamos interactuar con nuestra compañera islandesa mediante la aplicación de mensajería instantánea conocida como WhatsApp. Esta actividad, que tiene el objetivo de aprovechar al máximo las oportunidades de interacción posibles, pretende que tanto nosotros como los compañeros islandeses del proyecto experimentemos con el canal para desarrollar de este modo la competencia comunicativa digital al mismo tiempo que aprovechamos para practicar o enseñar español y conocernos un poco más.


En este sentido, Marina (mi compañera en este proyecto) y yo decidimos explotar todos los medios de comunicación propios del canal, tales como: texto, fotos, vídeos, gifs de elaboración propia, gifs buscados en la red, emoticonos, grabaciones de voz, stickers de elaboración propia, links… En consecuencia, considero que explotamos bien todas las posibilidades comunicativas de la aplicación y los recursos que esta nos brinda. Decidimos, además de utilizar todos los recursos posibles, proponer distintos tipos de actividades para ver cuál era la que mejor funcionaba, la que más propiciaba la conversación, la que no la propiciaba para nada... Teníamos pensadas unas pocas actividades pero al ver lo bien que nuestra compañera reaccionaba y lo fluida que resultaba la conversación decidimos aumentar las interacciones con ella, aunque con medida para no resultar pesadas ni agobiantes. Asimismo, intentamos no enviarlo todo la misma persona sino ir variando, aunque fue bastante libre también. La cosa fue sola. Además, a la hora de decidir y elaborar las actividades, no hubo discrepancias, Marina y yo nos pusimos de acuerdo muy rápido y de ambas surgieron muy buenas ideas. Creo, asimismo, que el resultado ha sido bueno. Estamos contentas con nuestra interacción y con lo que hemos conectado con Margrét.


Nuestra primera idea fue enseñarle nuestros dos campus, el de la Universitat Pompeu Fabra, por un lado y el de la Universitat de Barcelona por el otro. Uno de ellos mediante un vídeo (UPF) y el otro mediante dos fotos (UB) para no ser repetitivas, además de enseñarle unas visitas desde nuestra clase en la UB.


Marina y yo enseñando el campus de la Universitat Pompeu Fabra (Campus del Poblenou)


Foto del claustro del edificio Llevant en la UB (Facultad de Educación)


Consideramos que esta actividad salió muy bien dado que provocó que ella nos enviara una foto de ella misma en su biblioteca y que nos contara que estaba estudiando. Además de eso, nos contó que su universidad tiene muchos edificios y distintos departamentos y la ubicación exacta la biblioteca en la que se encontraba. Nos habló también del frío de allí y nos envió una foto de unas vistas muy chulas. También más tarde, al mandarle el link con los distintos edificios de nuestra facultad en la UB, nos mandó una captura de pantalla en la que se aprecian los numerosos campus/edificios que su universidad tiene. Como vemos, al sacar el tema de la Universidad, ella sola se anima a contarnos más cosas de las solicitadas y a pasarnos dos fotos, además de contarnos el frío que hace por allí. En esta actividad, como vemos, el intercambio ha sido muy fructífero. Margrét ha reaccionado muy bien y se nota que está animada y emocionada con el proyecto, como nosotras.


Captura de la conversación con su foto en la biblioteca


Captura de la conversación donde se observa lo que nos cuenta y las vistas


Captura de la conversación donde se observa la foto de los distintos campus de su Universidad


Le preguntamos también por su día y nos contesta casi al instante, contándonos que ha ido bien y rebotando la pregunta hacia nosotras. De esta forma vamos haciendo vínculo y conociéndonos más. Le cuento mi día y ella me cuenta que está preparando una presentación para su clase de castellano sobre Barcelona e intercambiamos unos cuantos mensajes relacionado con eso. Se la ve con ganas de hablar y ha reaccionado, de nuevo, muy bien ante esta segunda interacción.


Captura de la conversación donde nos cuenta su día y nos dice lo que está haciendo


La tercera se produjo justo al día siguiente, bien temprano, a nuestras 7 de la mañana (sus 6). Le mandé un GIF propio donde aparezco encima de una bici en el gimnasio y se ve un poco mi clase de Spinning. Pensamos que esta actividad funcionaría bien puesto que el deporte es algo que le gusta mucho, como ya vimos en el Skype y efectivamente puesto que ella nos mandó más tarde una foto de su gimnasio también (a nuestras 9, sus 8). Esto nos permitió preguntarle por su frecuencia en el gimnasio. Estuvimos hablando de ello durante unos cuantos mensajes dado que yo también le conté mi frecuencia. Nos contó también sus quehaceres durante la semana y durante el fin de semana, en palabras textuales suyas: domingo = dormir. Además, Marina contribuyó al tema con un vídeo de su perro Atticus mientras paseaban por la mañana. Margrét nos cuenta también que no tiene mucho tiempo debido a su trabajo, sus estudios, el deporte… Las tres somos personas muy ocupadas e intentamos sacar tiempo para todo, aunque a veces cuesta.


Foto enviada por Margrét de su gimnasio

En relación al deporte, Marina, más tarde, aprovechó que fue a agility con su perro Atticus y mandó por el grupo un vídeo donde aparecía entrenando con el can, argumentando, en tono jocoso, que ya no se sentía tan vaga puesto que, por la mañana, al mandar nosotras fotos/gifs del gimnasio se sintió perezosa. Sin embargo, como vemos en la captura, se cruzan las conversaciones, la relacionada con los diferentes edificios del campus, la pregunta de Margrét sobre el frío de Barcelona y el vídeo de Marina. Este vídeo no recibió respuesta alguna por lo que consideramos que esta actividad fue fallida, no funcionó. Consideramos, sin embargo, que esto fue así debido al cruce de conversaciones. Si probablemente se hubiera enviado en otro momento sí hubiera recibido respuesta. No obstante, también cabe la posibilidad de que en ese momento Margrét no pudiera ver el vídeo y más tarde se olvidara. Seguimos hablando con normalidad puesto que es muy habitual que en los grupos de WhatsApp muchos mensajes pasen desapercibidos y se queden en el olvido, como hemos visto, por lo que no nos preocupamos. La pregunta del frío, asimismo, sí dio sus frutos (y la realizó Margrét) ya que hablamos brevemente del tiempo y al día siguiente, puesto que esa conversación fue por la tarde-noche, nos mandó un vídeo de ella entrando a su universidad con todo nevado y contándonos los grados que tenían en ese momento. Además, en el vídeo, nos cuenta más cosas por lo que eso también propició que habláramos, sobre todo de las clases. Nos preguntó también por lo que haríamos después por lo que observamos que la conversación es tremendamente fluida. Margrét se siente cómoda y quiere saber más de nosotras, preguntándonos explícitamente sobre nuestros quehaceres después de clase.


Captura de la conversación donde aparece el vídeo de Marina y el cruce de conversaciones


Margrét, en este intercambio, nos cuenta que por la tarde irá a crossfit y que luego irá a cenar a casa de su madre, por lo que aprovechamos para preguntarle, también a modo de ecocorreción, si va a casa de su madre y si vive sola. Nos dice que vive en un piso con su novio y aprovecha para hablarnos de la ubicación del piso y decirnos que es muy acogedor. En este momento no sabe cómo decir cosy en castellano y lo pregunta explícitamente. Marina le responde con la traducción y también le dice que ella lo emplea hablando en español pero con gente de nuestra edad.


Captura de la conversación con la primera ecocorrección


Una vez que mencionamos las correcciones, es necesario mencionar como las hemos tratado a lo largo de la conversación durante estos días. La mayoría de los errores no han recibido correcciones explícitas, hemos preferido favorecer la fluidez de la conversación y la comodidad de Margrét para que se sintiera bien a la hora de expresarse y no cohibida por si se equivocaba porque como ya vimos durante la vídeollamada, lo que más le preocupa son sus errores a la hora de expresarse. Pese a eso, sí hemos intentado corregirle en la medida de lo posible determinadas cosas. Para ello, hemos usado la estrategia de ecocorreción, como ya hemos dicho, es decir, le hemos preguntado por lo que acababa de decir pero empleando la forma correcta. No sabemos si han surgido efecto o no estas correcciones pero probablemente se hayan quedado en su cabeza, aunque sin darse tan si quiera cuenta. Como hemos observado, también se han aclarado dudas con el cosy. De forma general, Margrét se expresa bien y de forma entendible, pese a los errores concretos que comete. Nos han sorprendido, asimismo, los recursos propios del lenguaje informal en el WhatsApp empleados por ella. Advertimos como en diversas ocasiones utiliza estos recursos propios de la plataforma en la que se encuentra, tales como los alargamientos vocálicos escritos, los usos del inglés como en el caso de help, el uso de los jajaja o jejej… Esto nos resulta muy curioso dado que el lenguaje informal es lo que más les suele costar a los estudiantes de lengua extranjera porque es lo que menos se enseña. Las clases de forma general se orientan hacia un registro estándar y no se suele enseñar a hablar en un registro coloquial y menos en una red social como es WhatsApp. Como vemos, ella lo domina a la perfección, tal como lo dominamos nosotros de hecho dado que también incluye las capturas de pantalla, las imágenes, los emojis, vídeos…


Captura de la conversación con la segunda ecocorrección


Captura de la conversación con el help, los alargamientos vocálicos y el jeje


Captura de la conversación con el jajaja


La última actividad que realizamos fue relacionada con las redes sociales empleadas en Islandia. Para preguntarle aprovechamos el audio de WhatsApp y Marina aprovechó específicamente para responder a mi pregunta también con audio, aunque no conseguimos que ella nos mandara audio, que era nuestra intención. Pese a eso, consideramos que la actividad fue muy bien porque nos contó lo solicitado, es decir, lo que se emplea allí y aprovechamos para intercambiar unos cuantos mensajes más, además del audio-respuesta de Marina contándole lo que se usa aquí. De este modo mezclamos todo: el WhatsApp, la conversación en sí, las redes sociales en general… Mencioné, asimismo, que yo no tengo ni Snapchat ni Instagram y hablamos en tono jocoso de que yo era la “rara” del grupo por no tener estas redes. Se respira buen rollo en la conversación y además es fluida, por lo que esto es muy buena señal.


No podemos decantarnos por ninguna actividad para coronarla como la mejor sino que todas y cada una de ellas, como hemos visto a lo largo del artículo, recibieron respuesta y un intercambio óptimo, excepto una de ellas que, como ya se ha explicado, probablemente se deba al cruce de conversaciones. Consideramos, como conclusión y para finalizar, que hay una buena correspondencia entre nosotras y Margrét y que las actividades han ido solas, de hecho, es como si estuviéramos hablando con cualquier otra compañera más del Máster o de cualquier otro sitio. Pese a habernos visto en una ocasión y hablado en contadas ocasiones, la relación que se ha generado en espacio tan breve de tiempo creemos que es buena y que puede ser muy fructífera y bonita. Además, ha sido un placer poder descubrir más cosas sobre ella. Esperamos, asimismo, impacientes la próxima conversación con ella.


Móvil con la aplicación de WhatsApp, entre otras. Imagen libre de Unsplash


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